Basílica de Santa María de Mataró
Arquitectura
Construida en 1685 y acabada en el siguiente siglo, según proyecto del arquitecto milanés Ercole Turelli. La basílica se construyó en el espacio de la antigua iglesia del siglo XV, la cual fue agrandada por la parte este de la misma. Del templo gótico solamente se conserva el cimiento del campanario con planta cuadrada y con paredes parcialmente construidas de sillares de piedra granítica. También nos encontramos con las claves de bóveda de la nave central, que son las piedras con las que se cierra la bóveda.
La nave principal está cubierta con bóveda de medio punto con bovedillas en forma de media luna para dar luz a la bóveda principal, permitiendo la iluminación a través de ventanas.
Las capillas laterales están enmarcadas por columnas de orden compuesto, terminando el conjunto en un arco apuntado, elemento que aún queda de la antigua iglesia gótica.
El crucero deja a cada lado de la nave dos amplios espacios coronados con cúpulas.
Su imagen actual corresponde a una restauración realizada en el año 1928.
Retaule del Roser
El retablo del Roser fue construido a finales del siglo XVII por el arquitecto y escultor mataronés Antoni Riera i Móra, con la colaboración de su hijo Marià Riera y del escultor Lluis Bonifàs.
En el Fossar Xic se pueden admirar los esgrafiados exteriores de la capilla de los Dolores, renovados recientemente.
Capella dels Dolors.
Dentro de Santa María, la Capilla de los Dolores, es uno de los exponentes del Barroco Catalán mejor conservados.
Su construcción, entre los siglos XVII y XVIII, se realizó por encargo de la Venerable Congregación de Nuestra Señora de los Dolores, completándose con la decoración de frescos, óleos y elementos escultóricos diseñados por Antoni Viladomat a partir de 1722.
El espacio principal es la capilla, donde se contempla un impresionante conjunto de telas de las estaciones del Vía Crucis y los Dolores de la Virgen. Viladomat transmite con gran acierto los valores y los sentimientos de los hechos que narran las escenas a través de personajes de aspecto dramático y paisajes cercanos al visitante de la época.
Situada en un primer piso del edificio se encuentra una íntima y acogedora Sala de Juntas decorada con telas pintadas al óleo que representan a los Apóstoles y a los Evangelistas con la Asunción de María pintada en el techo acompañada por un grupo de ángeles.