Ante la beatificación del que fue párroco de Sta.María de Mataró, el próximo dia 23, es necesario recordar su ejemplaridad cristiana.El dr. en Historia sr. Ramón Reixach, publica una nueva biografía que sitúa al Dr. Samsó en el contexto y las tensiones que hubo en la capital del Maresme. Un capítulo se titula "Un catequista en una época de política convulsa". "El Dr. Samsó -escribe- nunca participó en un acto político, tampoco se significó ni definió explícitamente a favor de ningún partido. O al menos nunca exteriorizó sus ideas en este ámbito". Su inmolación aparece como la de un "buen pastor" del pueblo de Dios.
Detenido el 30 de julio de 1936, cuando le pidieron identificarse, dijo: "Soy yo a quien buscáis". Fue conducido por hombres armados a la cárcel de Mataró. Allí permaneció un mes.
Detenido el 30 de julio de 1936, cuando le pidieron identificarse, dijo: "Soy yo a quien buscáis". Fue conducido por hombres armados a la cárcel de Mataró. Allí permaneció un mes.
sepulcro del Dr. Samsó en Sta.María.
El 1 de septiembre, los guardas lo llamaron.
Él se despidió de sus compañeros de prisión con su "Dios sobre todo"y, con las manos atadas, fue trasladado al cementerio de Mataró. Allí, pidió a sus ejecutores que respetaran a su madre y a su hermana. Le contestaron que nada les pasaría. Él aseguró que los perdonaba como Jesús había hecho con los que le clavaron en la cruz. Cuando intentaron taparle los ojos, dijo: "Yo no soy un criminal, quiero morir de cara a Mataró, y a las Santas que tanto amo". Intentó abrazar a los miembros del pelotón de ejecución, lo que logró con algunos. Uno de los del pelotón le hizo callar:"¡Basta, que acabará convenciéndonos!". Samsó puso los brazos en cruz y dijo: "Ya podéis disparar". Recibió el tiro de gracia.
Sólo con gran emoción y respeto nos acercamos a este mártir de Cristo. Debemos celebrar su beatificación con su mismo espíritu de perdón y de reconciliación que testimonió en su vida y en el momento de morir. Que él, desde el cielo, nos ayude a vivirlo así, ahora y aquí, para que aquella tragedia entre hermanos nunca se vuelva a repetir.
Lluís Martínez Sistach, cardenal-arzobispo de Barcelona.
Sólo con gran emoción y respeto nos acercamos a este mártir de Cristo. Debemos celebrar su beatificación con su mismo espíritu de perdón y de reconciliación que testimonió en su vida y en el momento de morir. Que él, desde el cielo, nos ayude a vivirlo así, ahora y aquí, para que aquella tragedia entre hermanos nunca se vuelva a repetir.
Lluís Martínez Sistach, cardenal-arzobispo de Barcelona.
JOSEP SAMSO, RUEGA POR NOSOTROS
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