Varias noticias se han producido recientemente, sin solución de continuidad, relacionadas con la Liturgia:
- el 27 de Diciembre del año recientemente finiquitado, el Cardenal Zen, emérito de Hong Kong, celebró Misa Cantada en Hong Kong.
- el pasado 6 de Enero, Guido Marini, maestro de ceremonias de S.S. Benedicto XVI, ha pedido la reforma de la reforma litúrgica, tal como anuncia nuestro periódico.
- el mismo día, en Osimo, el Cardenal Castrillón Hoyos celebró Solemne Pontifical por el Usus Antiquior.
- ayer, el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos celebró, igualmente, Solemne Pontifical por el Usus Antiquior en la Archibasílica de San Juan de Letrán.
El Papa expresa siempre que tiene oportunidad, en sus catequesis y homilías, la importancia de la Liturgia en la vida de la Iglesia. La más reciente en la homilía de la Misa del Gallo, la más importante – a mi modesto modo de ver – la catequesis relacionada con la reforma de Cluny. No está haciendo otra cosa que ejecutar lo que ya había expresado por su escrito en su libro El Espíritu de la Liturgia.
La relación entre la oración y la fe es tan grande, que la modificación de la primera conlleva la de la segunda y viceversa. La degradación litúrgica y la crisis de fe están relacionadas sin ninguna duda. Y el Papa está reformando la Iglesia a través de la renovación litúrgica.
¿Y qué pasa en España? Pues nada.
Nuestros Obispos, con una visión restrictiva del Motu Proprio, están volcados en una batalla de incierto resultado, como si la reforma de la sociedad se fuese a conseguir a golpe de manifestación. Sin embargo, tenemos armas poderosas que Dios ha puesto en nuestras manos: los sacramentos y la oración.
Los sacramentos porque, como dice el Catecismo:
son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas (CIC 1131)
Y la oración porque:
es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes (CIC 2590).
y tal como dice el Señor:
¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11, 11-13)
¿La Iglesia del siglo XVI o la del siglo XXI?
San Juan de Ávila, ante la situación de la liturgia en el siglo XVI, urgió a la renovación cristiana. Y eso es lo que está haciendo el Romano Pontífice a través de la Liturgia, ya que, tal como dijo en la homilía de Nochebuena citando a Orígenes:
«si yo tuviera la gracia de ver como vio Pablo, podría ahora (durante la Liturgia) contemplar un gran ejército de Ángeles (cf. In Lc 23,9)».
Y mientras en Roma, en el mundo, la reforma de Benedicto avanza, lenta pero imparable, en España tenemos que seguir aguantando el lamentable y penoso artículo del Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia, Juan María Canals, cmf.
El que fuera párroco-arcipreste de santa María de Mataró, el Rvdo. Dr. y futuro Beato JOSEP SAMSÓ, también fue un gran defensor de la liturgia de la Iglésia católica. Sólo hay que admirar la fotografía adjunta de nuestra basílica en la Misa solemne a nuestras santas patronas Juliana y Semproniana.
- el 27 de Diciembre del año recientemente finiquitado, el Cardenal Zen, emérito de Hong Kong, celebró Misa Cantada en Hong Kong.
- el pasado 6 de Enero, Guido Marini, maestro de ceremonias de S.S. Benedicto XVI, ha pedido la reforma de la reforma litúrgica, tal como anuncia nuestro periódico.
- el mismo día, en Osimo, el Cardenal Castrillón Hoyos celebró Solemne Pontifical por el Usus Antiquior.
- ayer, el Cardenal Antonio Cañizares Llovera, Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos celebró, igualmente, Solemne Pontifical por el Usus Antiquior en la Archibasílica de San Juan de Letrán.
El Papa expresa siempre que tiene oportunidad, en sus catequesis y homilías, la importancia de la Liturgia en la vida de la Iglesia. La más reciente en la homilía de la Misa del Gallo, la más importante – a mi modesto modo de ver – la catequesis relacionada con la reforma de Cluny. No está haciendo otra cosa que ejecutar lo que ya había expresado por su escrito en su libro El Espíritu de la Liturgia.
La relación entre la oración y la fe es tan grande, que la modificación de la primera conlleva la de la segunda y viceversa. La degradación litúrgica y la crisis de fe están relacionadas sin ninguna duda. Y el Papa está reformando la Iglesia a través de la renovación litúrgica.
¿Y qué pasa en España? Pues nada.
Nuestros Obispos, con una visión restrictiva del Motu Proprio, están volcados en una batalla de incierto resultado, como si la reforma de la sociedad se fuese a conseguir a golpe de manifestación. Sin embargo, tenemos armas poderosas que Dios ha puesto en nuestras manos: los sacramentos y la oración.
Los sacramentos porque, como dice el Catecismo:
son signos eficaces de la gracia, instituidos por Cristo y confiados a la Iglesia por los cuales nos es dispensada la vida divina. Los ritos visibles bajo los cuales los sacramentos son celebrados significan y realizan las gracias propias de cada sacramento. Dan fruto en quienes los reciben con las disposiciones requeridas (CIC 1131)
Y la oración porque:
es la elevación del alma hacia Dios o la petición a Dios de bienes convenientes (CIC 2590).
y tal como dice el Señor:
¿Qué padre hay entre vosotros que, si su hijo le pide un pez, en lugar de un pez le da una culebra; o, si pide un huevo, le da un escorpión? Si, pues, vosotros, siendo malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan!» (Lc 11, 11-13)
¿La Iglesia del siglo XVI o la del siglo XXI?
San Juan de Ávila, ante la situación de la liturgia en el siglo XVI, urgió a la renovación cristiana. Y eso es lo que está haciendo el Romano Pontífice a través de la Liturgia, ya que, tal como dijo en la homilía de Nochebuena citando a Orígenes:
«si yo tuviera la gracia de ver como vio Pablo, podría ahora (durante la Liturgia) contemplar un gran ejército de Ángeles (cf. In Lc 23,9)».
Y mientras en Roma, en el mundo, la reforma de Benedicto avanza, lenta pero imparable, en España tenemos que seguir aguantando el lamentable y penoso artículo del Director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Liturgia, Juan María Canals, cmf.
El que fuera párroco-arcipreste de santa María de Mataró, el Rvdo. Dr. y futuro Beato JOSEP SAMSÓ, también fue un gran defensor de la liturgia de la Iglésia católica. Sólo hay que admirar la fotografía adjunta de nuestra basílica en la Misa solemne a nuestras santas patronas Juliana y Semproniana.
JOSEP SAMSÓ, RUEGA POR NOSOTROS
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