Mañana domingo 11 de Abril, segundo domingo de Pascua, la Iglesia universal celebra la festividad de la DIVINA MISERICORDIA
La Divina Misericordia es una devoción cristiana enfocada en la misericordia de Dios y su poder, particularmente como una acción de confianza infinita en que la misericordia de Dios y su pasión es el precio ya pagado por nuestros pecados y que si confiamos ciegamente en Jesús nuestros pecados nos serán perdonados, Jesús no será nuestro justo Juez sino nuestro Salvador misericordioso. Más que una mera devoción es un género de la vida cristiana. Se expresa mediante actos interiores (actitudes del alma respecto a la Misericordia del Salvador y de la confianza en Dios) como exteriores: la veneración de la imagen, la hora de la misericordia, el rezo de la coronilla, la fiesta de la Divina Misericordia y los actos de misericordia con el prójimo.
La devoción como hoy es conocida fue esparcida por medio del diario de la monja polaca santa Faustina Kowalska, conocida como "Apóstol de la Misericordia", donde narra las conversaciones místicas que tiene ella con Jesucristo, puestas en forma de diario a petición de su confesor ,el beato Miguel Spocko, y de Jesucrito mismo. La devoción se propaga luego de los desplazamientos de polacos por la segunda guerra mundial. A nivel mundial, luego de un período de cuestionamiento oficial, recibe un impulso durante el pontificado de S.S. Juan Pablo II quien proclama la fiesta de la divina misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de pascua, al beatificar a Sor Faustina.
Esta devoción considera que la principal prerrogativa de Jesús es la misericordia y que es la última tabla de salvación. Se accede a la misericordia por la confianza. Esta devoción está integrada por el mensaje de la divina misericordia, la Coronilla a la Divina Misericordia, la imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta y hora de la misericordia (las 15 h.). En su diario, Santa Faustina escribió que Jesús le dijo:
Toda alma que cree y tiene confianza en mi misericordia, la obtendrá.
La última tabla de salvación es recurrir a mi misericordia.
Yo soy el amor mismo y la misma misericordia.
Las almas que veneran mi misericordia resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
A las almas que propagan la devoción a mi misericordia, las protego durante toda su vida como una madre cariñosa a su hijo recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellos Juez, sin Salvador misericordioso.
Que no tema acercarse a mí el alma débil, pecadora, y aunque tuviera más pecados que granos de arena hay en la tierra, todo desaparecerá en el abismo de mi misericordia.
No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica mi compasión, sino que lo justifico en mi insondable e impenetrable misericordia.
Quien no quiere pasar por la puerta de mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de mi justicia.
Faustina Kowalska. Diario
La Divina Misericordia es una devoción cristiana enfocada en la misericordia de Dios y su poder, particularmente como una acción de confianza infinita en que la misericordia de Dios y su pasión es el precio ya pagado por nuestros pecados y que si confiamos ciegamente en Jesús nuestros pecados nos serán perdonados, Jesús no será nuestro justo Juez sino nuestro Salvador misericordioso. Más que una mera devoción es un género de la vida cristiana. Se expresa mediante actos interiores (actitudes del alma respecto a la Misericordia del Salvador y de la confianza en Dios) como exteriores: la veneración de la imagen, la hora de la misericordia, el rezo de la coronilla, la fiesta de la Divina Misericordia y los actos de misericordia con el prójimo.
La devoción como hoy es conocida fue esparcida por medio del diario de la monja polaca santa Faustina Kowalska, conocida como "Apóstol de la Misericordia", donde narra las conversaciones místicas que tiene ella con Jesucristo, puestas en forma de diario a petición de su confesor ,el beato Miguel Spocko, y de Jesucrito mismo. La devoción se propaga luego de los desplazamientos de polacos por la segunda guerra mundial. A nivel mundial, luego de un período de cuestionamiento oficial, recibe un impulso durante el pontificado de S.S. Juan Pablo II quien proclama la fiesta de la divina misericordia, a celebrarse todos los años el segundo domingo de pascua, al beatificar a Sor Faustina.
Esta devoción considera que la principal prerrogativa de Jesús es la misericordia y que es la última tabla de salvación. Se accede a la misericordia por la confianza. Esta devoción está integrada por el mensaje de la divina misericordia, la Coronilla a la Divina Misericordia, la imagen de la Divina Misericordia, la Fiesta y hora de la misericordia (las 15 h.). En su diario, Santa Faustina escribió que Jesús le dijo:
Toda alma que cree y tiene confianza en mi misericordia, la obtendrá.
La última tabla de salvación es recurrir a mi misericordia.
Yo soy el amor mismo y la misma misericordia.
Las almas que veneran mi misericordia resplandecerán con un resplandor especial en la vida futura. Ninguna de ellas irá al fuego del infierno. Defenderé de modo especial a cada una en la hora de la muerte.
A las almas que propagan la devoción a mi misericordia, las protego durante toda su vida como una madre cariñosa a su hijo recién nacido y a la hora de la muerte no seré para ellos Juez, sin Salvador misericordioso.
Que no tema acercarse a mí el alma débil, pecadora, y aunque tuviera más pecados que granos de arena hay en la tierra, todo desaparecerá en el abismo de mi misericordia.
No puedo castigar aún al pecador más grande si él suplica mi compasión, sino que lo justifico en mi insondable e impenetrable misericordia.
Quien no quiere pasar por la puerta de mi misericordia, tiene que pasar por la puerta de mi justicia.
Faustina Kowalska. Diario
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