PADRE Y PATRÓN DE EUROPA
San Benito, (o Benedicto), nace en Nursia (Umbria, Italia) hacia el año 480 d.C.
Siendo un joven estudiante en Roma, decide cambiar radicalmente su vida haciéndose monje. Una hermana suya, de nombre Escolástica, ya había sido consagrada a Dios desde su infancia. Al inicio de su nueva forma de vida, Benito habita en una cueva de la región montañosa de Subiaco, lugar donde más tarde establecerá varios monasterios con numerosos discípulos.
Finalmente se traslada a la región de Montecassino, donde funda un nuevo y célebre monasterio, en el cual reside hasta su muerte.
Allí crece su irradiación espiritual, y escribe la conocida Regla de los monjes (Regula monachorum) que a lo largo de los siglos tendría amplísima difusión.
El abad Benito muere santamente rodeado de sus discípulos alrededor del año 547.
Declarado por Pío XII como Padre de Europa, el Papa Pablo VI proclamó a San Benito Abad Patrón de Europa en 1964 con la carta apostólica “Pacis nuntius”, que añadiré al final en italiano.En ella manifiesta que la escribe a la luz del impulso que San Benito dio al consorcio de los pueblos europeos, a la ordenación de la Europa cristiana y a su unidad espiritual, reafirmándo la misma declaración Juan Pablo II en su Carta Apostólica “Egregiae virtutis”.
Los monasterios benedictinos configuraron la unidad de Europa, desde las costas mediterráneas a la península escandinava, desde Irlanda hasta Polonia.
Benedicto XVI le escoge como modelo y toma su nombre.
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