domingo, 12 de septiembre de 2010

ILEANA MARTÍNEZ LA RECEPTORA DEL MILAGRO OBRADO POR DIOS POR MEDIACIÓN DE FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE

Ileana Martínez, que sufría una patología letal cuya curación atribuye a Fray Leopoldo de Alpandeire, ha asegurado hoy que espera que la beatificación del fraile, proceso que se ha fundamentado sobre ese milagro, sirva para devolver al religioso el favor que le hizo al hacer posible que siga viva.
"Estoy aquí gracias a mi Fray Leopoldo", ha asegurado esta portorriqueña de cincuenta años, a la que hace cerca de quince años le fue diagnosticado lupus, una enfermedad del sistema inmunológico que actualmente no tiene cura y que le llegó a paralizar las piernas, los brazos y un lado de la cara.
Ha relatado que en el verano de 1994 comenzó a tener una serie de molestias que la llevaron a estar hospitalizada, a las que más adelante se sumaron numerosas complicaciones que agravaron su situación, con pronóstico "muy reservado".
Durante su estancia en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Puerta de Hierro de Madrid, Ileana comenzó a rezar cada día "sin descanso" a Fray Leopoldo, del que tenía una estampa con la reliquia que le habían traído unos amigos de Granada.
Su situación sanitaria se agravó tanto una noche que un sacerdote fue a darle la extremaunción, sin embargo, al día siguiente comenzó una sorprendente mejoría, lo que relacionó con su fe y las peticiones que había hecho al fraile capuchino.
A partir de entonces, inició una paulatina recuperación que le ha permitido curarse de la enfermedad de forma completa y duradera, lo que resulta inexplicable científicamente.
Y son precisamente esas circunstancias "milagrosas" las que han dado pie al proceso de beatificación de Fray Leopoldo, después de que el vicepostulador, el padre Alfonso Ramírez, conociera estos hechos gracias a una carta que la mujer escribió para sus hijos.
"Yo lo sabía, no necesitaba que nadie me dijera que era un milagro y todo esto me abruma; me preguntaba si de verdad iban a decir a decir que era un milagro y por qué me lo hizo a mí, una persona normal con sus pecados normales", ha señalado una emocionada Ileana.
La mujer, que siente "muchísima alegría" de que Fray Leopoldo pueda ser elevado a los altares, ha explicado que siempre tuvo "la semilla de la fe", pero que después de lo ocurrido, "cuando uno le ve las orejas al lobo", ha dicho, empezó a abonarla hasta que se ha convertido "en un árbol muy grande".
"Hay veces que la vida nos da golpes y uno tiene que pensar que Dios tiene caminos que nosotros no entendemos. Yo ya no tengo miedo a nada, por eso es tan importante tener fe, con ella uno nunca está solo ni tiene miedo", ha asegurado Ileana.

No hay comentarios: