viernes, 29 de octubre de 2010

EL OBISPO TITULAR DE LLEIDA TEME LAS CRÍTICAS DE CATALUNYA

Los obispados de Barbastro-Monzón y de Lleida han acordado colaborar para tratar de salvar los obstáculos que impiden la devolución de las 112 piezas depositadas en el Museo Diocesano de Lleida, que reclaman desde hace quince años más de cien parroquias oscenses.

Así lo ha asegurado en rueda de prensa el obispo de Barbastro-Monzón, monseñor Alfonso Milián, quien ayer se reunió, junto al titular de la Diócesis de Lleida, monseñor Joan Piris, con el nuncio del Vaticano en España, monseñor Renzo Fratini, para tratar de alcanzar un acuerdo que ponga fin al litigio.
En la sede del obispado, Milián ha calificado el encuentro de muy positivo, al entender que no sólo reconocieron los dos obispos y el nuncio de forma "explícita" la propiedad aragonesa de las piezas, sino que ambos se comprometieron a trabajar juntos para diseñar una estrategia que facilite la devolución de los bienes.
El obispo de Barbastro ha valorado la decisión de su homólogo de Lleida de renunciar a personarse como parte el procedimiento civil que sigue abierto sobre las piezas en litigio, y ha reconocido que el principal obstáculo que impide su retorno es la oposición "rotunda" de la "Conselleria de Cultura de la Generalitat", a pesar de que sabe "que esas piezas son nuestras y que hay sentencias que lo confirman".
Por su parte, el obispo de Lleida, mos. Joan Piris, ha asegurado este jueves que tras su renuncia al arte sacro que reclama el Obispado de Barbastro-Monzón él seguira recibiendo críticas, ya que si antes las recibía de la parte aragonesa, ahora cree que llegarán de la parte catalana.
"Yo creo que las cosas no se han acabado, yo continuaré recibiendo, antes recibía de fuera, ahora recibiré de dentro".
Un día después de haber presentado un escrito en los juzgados de Lleida, en el que renuncia a continuar defendiendo al arte en litigio en el proceso abierto por la asociación "Amics del Museu de Lleida" y haber pedido auxilio judicial para entregar las obras, mons. Piris ha señalado que su decisión es una manera de decir basta.
"Para mí ya está bien, es una manera de decir yo me retiro del conflicto por vía judicial, no tendría que haber llegado nunca y ahora queda en manos de las autoridades competentes", ha declarado.
"Es una manera de decirles a todos los que me han echado la culpa de que sepan que los hechos son una cosa y los derechos son otra", ha agregado el prelado insistiendo en que hay una legislación a la que también está sujeto. "Y punto final", ha resumido.
Para mons. Piris, "siempre ha dependido de otros actores, eso no lo han entendido ni quieren entenderlo en el otro lado ni más allá", ha declarado.
El obispo ha obedecido las órdenes del Vaticano al pedir el auxilio judicial y dejar patente que asumía las decisiones de Roma siempre favorables a Aragón. Su decisión no cambia las cosas para la "Conselleria de Cultura" que el miércoles ya aseguró que las piezas continuarán en el Museo de Lleida porque nunca se entregarán por imposición.
La Generalitat insiste en que las piezas están protegidas por la Ley catalana de patrimonio y los acuerdos del Parlament.

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