martes, 11 de enero de 2011

CLAUSURA DEL AÑO JUBILAR DE LA SANTA VERA+CRUZ DE CARAVACA

La multitudinaria eucaristía de clausura del pasado domingo, a la que acudieron autoridades civiles y eclesiásticas comenzó en el interior de la Basílica de la Vera Cruz a las 10:30 de la mañana. El acto, que duró algo más de dos horas, estuvo presidido por el cardenal Antonio María Cañizares, acompañado del obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes y muchos otros sacerdotes.
Entre las autoridades presentes se encontraban el delegado del Gobierno, el consejero de Política Social, varios directores generales, diputados y alcaldes.
El cardenal Cañizares invitó en su homilía a la reflexión sobre la necesidad de mayor fe y manifestó que «la providencia ha querido que coincida la memoria del bautismo de Jesús en el río Jordán con la clausura del Año Santo Jubilar de Caravaca de la Cruz, en el que, cada siete años en este santuario se venera de manera especial e intensa el misterio de la Cruz de Cristo en su venerable reliquia de la Santísima y Vera Cruz tan celosamente custodiada y expuesta aquí».
Asimismo, quiso recordar que «mirar a Jesús significa dirigir la mirada a la alegría de Dios aprendiendo de Jesús que precisamente la renuncia y el dolor nos llevan al camino de la verdadera alegría, son estas palabras del entonces cardenal Joseph Ratzinger, hoy Benedicto XVI, dichas en este mismo templo».
Gratitud de Monseñor Lorca Planes
Por su parte, el obispo Lorca Planes quiso agradecer el apoyo del Gobierno regional, del alcalde y de la corporación municipal de Caravaca, de la Delegación del Gobierno y de todas las instituciones que han prestado su ayuda. Y puso de relieve que «han pasado por este santuario cardenales, arzobispos y obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, seminaristas y novicios, así como los laicos que trabajan por el reino de Dios a los que se le ha predicado a Jesucristo, el amor de Dios y su misericordia».
El apagado de la antorcha del jubileo
Tras la celebración eucarística, el cardenal Cañizares procedió a uno de los momentos más emotivos, el apagado de la luz jubilar, una antorcha que ha estado encendida durante todo el año en lo alto del santuario para indicar a los peregrinos que llegaban a ciudad santa.
Más de un millón y medio de peregrinos
No hay números oficiales todavía, pero se calcula que han visitado este año Caravaca de la Cruz más de un millón y medio de peregrinos, lo que incrementa las cifras respecto al primer Año Santo celebrado en 2003 entre un 40 y 50 por ciento Durante este año han participado en las eucaristías 1.300.000 personas, casi un 40% más de fieles que hace siete años y, tal como ocurriera en 2003, los meses de mayor afluencia de grupos de peregrinos han sido los de mayo, septiembre y octubre.
El Hermano Mayor de la Real e Ilustre Cofradía de la Santísima y Vera Cruz, José Luis Castillo, destacó la importancia de que «hemos conseguido que la basílica se consolide como centro de peregrinación y como centro de espiritualidad». Hay que destacar que la localidad murciana es una de las cinco ciudades santas del mundo junto a Jerusalén, Roma, Santiago de Compostela y Liébana.

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