viernes, 18 de marzo de 2011

19 DE MARZO , FESTIVIDAD DE SAN JOSÉ , ESPOSO DE LA STMA. VIRGEN

En medio de la cuaresma se presenta la fiesta de San José, esposo de la Virgen María y padre adoptivo de Jesús, que es una explosión de alegría en medio de la austeridad cuaresmal. En todo el mundo hispánico, es patrón de numerosas ciudades y de muchas personas.
En su aspecto trascendente debemos decir que la figura de San José contiene un principio de amor y de servicio. Los primeros momentos, cuando sabe del embarazo de María, lo pasó mal, como cualquier hombre enamorado que duda de la fidelidad de su enamorada. Pero tras la explicación del ángel José emprende el difícil camino de formar una familia que de cobijo al Salvador del mundo. Será útil en un día como el de hoy profundizar un poco más en la descripción del ambiente donde creció y se educó Nuestro Señor Jesús
Hay una tradición que supone que José ya era un hombre maduro cuando se casó con María. Y, sin embargo, el conocimiento sociológico del pueblo judío en aquellos tiempos indica que los esponsales se hacían entre parejas muy jóvenes. Esa antigua tradición prefirió hacer a José viejo para justificar su desaparición temprana. De hecho, cuando se inicia la vida publica de Jesús, su padre adoptivo ya no aparece. Suponer su fallecimiento es lógico, pero no así su edad avanzada. En esos tiempos, la mortalidad era muy fuerte y, probablemente, la edad media de los judíos no pasaba de los 30 años. Por tanto, no es arriesgado pensar que José, el carpintero, fuese un joven de unos 20 años cuando se enfrentó al dilema planteado por el misterioso embarazo de María. Y por ese camino --con esa idea-- queremos contemplar la ternura joven de ese matrimonio y la generosidad, tal vez ingenua, de José en los primeros momentos, premiada después con la revelación de la existencia de su cercanía al Mesías. Después aparece, asimismo, la enorme responsabilidad de cuidar del Niño Dios en, sin duda, unas condiciones adversas y peligrosas. Está ahí el viaje a Belén y luego la huida a Egipto. El premio terrenal estuvo en la vida plácida de Nazaret de los primeros años y que se desprende el relato en que se habla del Niño perdido y hallado en el Templo.
San José es el Patrono de la Iglesia universal. Ese patronazgo lo instituyó el Papa Pío IX, en 1870. Más recientemente, el admirado pontífice Juan XXIII introdujo su nombre en el Canon romano, que es un parte de la misa que se reza igual en todos los países y en todos los idiomas.
 ¡Que la intercesión de José de paz y alegría a todas las familias del mundo!

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