" MONSEÑOR ASENJO, HA SACADO LAS COSAS DE SITIO "

Más que las razones que hay tras la decisión del cabildo general extraordinario de la Hermandad de la Esperanza de Triana, quien por amplísima mayoría -418 hermanos votaron no y 121 sí- decidió no ceder el Cristo de las Tres Caídas para el Vía Crucis que se celebrará ante el Papa en Madrid en agosto de 2011, lo que sorprende son las duras críticas lanzadas por monseñor Asenjo, arzobispo de Sevilla, a esa decisión.

Se está oyendo decir ya que monseñor Asenjo ha sacado las cosas de sitio, empleando un lenguaje excesivo, el cual no parece el apropiado para un padre y pastor y sí más bien el de una persona contrariada por no haber sido obedecida.
En sus declaraciones el arzobispo mostró su preocupación por el “déficit de eclesialidad” que revela esta decisión, a la que calificó como “disparate eclesiólogico”. Asenjo disparó, además, por elevación y generalizó a todo el movimiento de las hermandades: “en la formación cofrade queda un largo camino por recorrer" y recordó que las hermandades son “asociaciones públicas de fieles”, por lo que “lo único que las legitima es su inserción en la Iglesia. Fuera de ella, su identidad se desvanece”.
¿Se puede colocar fuera de la Iglesia, es decir, excomulgar, a una hermandad por tomar una decisión sobre una imagen de su propiedad, que entra en las competencias que reflejan sus estatutos aprobados canónicamente?
Pensábamos que la eclesialidad era algo más importante, referida a los dogmas esenciales de la Santa Madre Iglesia, y que no afectaba a temas tan opinables. Ya decía San Agustín sobre la Iglesia que “en lo esencial, unidad, en lo discutible, libertad, y en todo caridad”.
Ojo y no confundamos eclesialidad con sumisión a designios humanos discutibles. Tanto y como se habla de la necesidad de que los laicos asuman responsabilidades en la Iglesia y luego cierta jerarquía no les permite cancha ni en los temas que son de su competencia e insiste en usarlos a su antojo y capricho. Para pasear estandartes e imágenes no queremos servir solamente.