martes, 1 de junio de 2010

NO PODRÁN TOCAR EL HIMNO NACIONAL ANTE LA IMAGEN DEL CRUCIFICADO DE LA BUENA MUERTE DE MÁLAGA

La ministra de Defensa también deja sin honores militares al Cristo de la Legión No se le podrá rendir honores al Santísimo Sacramento pero sí a los representantes de la Unión Europea o de las Naciones Unidas. Los militares rechazan la decisión de Defensa de eliminar las misas en los actos castrenses
Una de las imágenes más aplaudidas por los ciudadanos y mostradas con más insistencia por los medios de comunicación en toda Semana Santa tiene lugar en Málaga. Allí, miles de personas se reúnen para seguir una de las tradiciones que más interés despiertan en toda España de esas fiestas religiosas: la procesión del Cristo de Mena. Aunque su nombre real es «Santísimo Cristo de la Buena Muerte y Ánimas», popularmente se le conoce como de Mena o Cristo de la Legión por la espectacular participación de efectivos de esta brigada en la misma.
Los legionarios comienzan su participación el lunes anterior al Jueves Santo, haciendo guardias a la figura del Cristo crucificado. El día de la procesión, los legionarios sacan la figura y, una vez fuera de la capilla, le rinden honores con el himno nacional. El nuevo reglamento de honores militares aprobado por el Ministerio que dirige Carme Chacón acabará con éste último paso. El departamento no puede prohibir la participación en la procesión, aunque sí especifica que los militares que acudan a cualquier celebración de carácter religioso deberán hacerlo única y exclusivamente con carácter voluntario. Una indicación que, por otra parte, en el caso concreto del Cristo de Mena de Málaga, no tiene demasiado impacto pues los legionarios que se apuntan, tanto a velar el Cristo como a sacarlo en procesión, son voluntarios e incluso hay lista de espera para apuntarse.
El nuevo reglamento de honores militares, que sustituye al que aprobó el Gobierno socialista en 1984, crea determinados honores a rendir a algunas autoridades que hasta ahora no aparecían reflejadas, como la Princesa de Asturias o los dirigentes de las organizaciones internacionales en las que participa España, como la OTAN, la Unión Europea o Naciones Unidas. Pero además trataba dos aspectos: los funerales de Estado y la participación militar en celebraciones religiosas. En el caso de los primeros, aparte de abrirse a otras confesiones más allá de la católica, la asistencia es considerada acto de servicio y por tanto es obligatoria; en cuando a los segundos, es voluntaria, pero a día de hoy, en la mayoría de las celebraciones de carácter religioso con especial tradición y vinculación castrense, los asistentes eran principalmente voluntarios.
El Santísimo Sacramento sin honores
En esta materia, el nuevo reglamento elimina los honores al Santísimo que aparecían en el que estaba vigente desde 1984 y especifica las autoridades a las que se deben rendir honores y de qué manera debe hacerse dependiendo de la categoría de la persona en cuestión. Obviamente, los honores al Cristo de la Buena Muerte, auténtico símbolo de la Legión, no están entre ellos. Tampoco estaban antes regulados, pero forma parte de la tradición del Jueves Santo malagueño.
En muchas procesiones en España también hay participación de guardias civiles e incluso de miembros de la Armada, pero las dos quizá con más vinculación entre la celebración católica y los ejércitos son las del Corpus de Toledo y la de la Legión de Málaga. Y ambas perderán algo en su próxima edición.
Actos castrenses sin misa
En escasos meses la ministra de Defensa ha incidido directamente sobre cuestiones religiosas de extensa tradición en las Fuerzas Armadas. Primero con una instrucción sobre las misas en entregas de despachos teledirigida a quitar la Eucaristía que la Armada aún celebraba en Marín y luego con la regulación de honores. El reglamento será reforzado en pocos meses con la Ley de Libertad Religiosa que prepara el Gobierno y que regulará todas estas cuestiones.

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